domingo, 25 de noviembre de 2012

Encontramos fronteras, caminos sin final. Encontramos luces rojas encharcadas en sangre e historias que no estudiarán nunca. Vemos como pasa el tiempo, como lo perdemos. Vemos que cada vez que se da un paso a delante, se retrocede con otros tres. ¿Y que hacemos para solucionarlo? Escondemos las caras bajo las sabanas, noche tras noche, dia tras dia. Perdemos la dignidad y finjimos como inutiles intentando hacer creer  a los demas que todo va bien. Esas sonrisas perdidas, esos ojos iluminados, tan felices y a la vez, tan tristes.
No aprenderemos que el fuego y el hielo nunca se llevaron bien. Nunca
veremos de verdad lo que significa un adios, un hasta luego o la diferencia que hay entre un abrazo y un beso, por estupido que parezca la raza humana siempre ha estado programada para ser masoquista. Yo lo soy, siempre lo he sido. Soy masoquista porque intento hacer cosas sabiendo que me hare daño, soy masoquista porque no hago cosas que podria hacer, y luego me arrepiento. Tu tambien, tu eres masoquista en esas cosas y al igual que yo, eres masoquista al dejar de lado lo que mas te importa, lo que mas te ha hecho feliz.
El dolor es un simple reflejo de la felicidad, o al menos eso pienso yo. ¿Que que quiero decir con esto? Que puede que seamos masoquistas, pero aquello por lo que luchamos al serlo, es lo que mas felices nos hara. Pero hay que tener autocontrol, y saber que retirarse a tiempo no es ser cobarde, es ser valiente y ganar. Aunque cuando se trate de personas, quiza este consejo nunca sea verdad.


sábado, 10 de noviembre de 2012

Chapter 2012. Page 315 of 366.

Encender la vela hoy tendría que ser suficiente para iluminar esta habitación. Esta noche no quiero nada más, no quiero música ni quiero sueños perdidos de esos. Solo quiero que por una vez, alguien me escuche, aunque solo sea un  poco de fuego el que lo haga.
Me gustaría volver al pasado, sí, volver a aquel tiempo en el que no estaba sola, en el que cuidaba lo que tenía, y sabía apreciarlo. Ahora no tengo nada, por mucho que me digan lo contrario. Con un poco de  suerte, quizá no habría pasado. Solo con un poco de suerte... no me puedo creer que un trozo de metal acabe tan rápido con una persona, con un ser vivo. No puedo creerme que alguien haya podido inventar un instrumento que represente tanto a la muerte. Tampoco me puedo creer que todo el mundo le tengamos miedo a esa pequeña herramienta, todo el mundo menos él. Si te contara la historia, sentirías pena. Sé que no le gustaría que la sintieras... así que mejor dejar en el aire las pequeñas cosas como esa.
Sigo mirando a las montañas, y sigo pensando que me gustaría estar ahora en una de ellas... pronto lo estaré, porque yo tampoco tengo gran miedo a la muerte. Salir por la ventana y encontrarme con que nadie me ve, coger la bici y correr  hacia los pequeños prados. Puede que mañana se arrepientan de haberse quedado dormidos tan pronto.
Duele, y tanto que duele, pero no me queda otra. Sé que huir es de cobardes, pero la verdad es que nunca he sido una gran valiente. Quizá haya podido ser fuerte, pero nunca valiente. Nunca he llegado a tener  la valentía necesaria para enfrentarme a nada. Aun así, es difícil volar cuando esperas la caída, y no puedo seguir viviendo de sueños.
Nunca tendría que haber dejado de cuidar lo que quería, no hagáis lo mismo.

domingo, 4 de noviembre de 2012

.

Estoy sin palabras, enserio. No sé lo que decirle al mundo. ¿Que todo saldrá bien? ¿Que no hay mal que por bien no venga? ¿Que no habrá más que momentos felices que recordar? Sé que a veces me veis un poco extremista, que no paro de arrinconarme y que todo se me escapa de las manos. Sé también que a veces, las malas compañías han hecho que aprenda y que las buenas, han hecho que me quede en el pasado como si no hubiera futuro. Pero... qué quieres que te diga... llega un momento en el que el mismo tiempo te dice que ya basta, que no sigas por ahí. Y yo en cambio, siempre ha sido de las que ha seguido, y todo luego ha ido cargado a mi espalda, todo.
Sé que también hay cosas buenas, lo sé, pero como me dijo una persona muy sabia una vez: ''Para tener un momento bueno querida, vas a tener que pasar por mil momentos malos'', y desde hace tiempo, me doy cuenta de ello.
Me han hecho creer en mi misma, me han hecho recordar quién soy. Han hecho que no baje la cabeza, aunque todo esté en mi contra. Me han dicho que soy fuerte, que nunca me rinda, que los espejos a los que mire me dirán que por el simple hecho de seguir viva, ya estoy ganando. Me han contado mil historias sobre cosas que les han pasado, que puede que sean peores que las mías, o simples ejemplos. Siempre he pensado que lo mejor en la vida, me pasaría por haber hecho algo bien, pero veo a gente que nunca hace nada por los demás, veo a gente que no mueve un dedo por alguien que no sea él mismo, y no puedo evitar morirme de rabia porque a esas personas les va mejor que a mí. No me denomino la mejor persona del mundo, ni mucho menos, tengo mis fallos... y tanto que los tengo, pero creo que no me merezco todo lo que me pasa. Y supongo que ahora mismo, en otra parte quizá haya alguien pensando lo mismo, cerca, lejos, al otro lado de la pared.. da igual. El daño es el mismo. Creerme cuando digo que nadie se merece nada de lo que le pasa, pero todos nos merecemos algo de vez en cuando.