Es tan confuso que ya no sabes hacia donde caminar. A  un lado sabes que seguro tendrás la felicidad, co los brazos abiertos esperando a abrirte nuevas puertas que conseguirán que te acabe gustando la vida que llevas. Al otro lado no sabes tan seguro si tendrás esa felicidad, si la tendrás con los brazos abiertos o si tendrás que seducirla. El camino parece un tanto más nublado que el del otro lado, la verdad. Pero, por otro lado, siempre has sido un poco masoquista.

Ya no tienes a esa persona que te indicaba a dónde, cómo y cuándo tenías que ir, ya no está. La decisión es tuya, no de nadie más. ¿Qué piensas hacer? Es tan fácil quedarse quieto, sin caerse. Pero, tal y como he dicho antes, siempre has tenido tendencia a ser un poco más masoquista que los demás. Estás acostumbrado a andar entre piedras. Pero, sé que esta vez no irás a ninguno de los dos caminos que te han dado a elegir, irás por la mitad.
Puede que, al final, quizá construir tu propio camino, abriéndote camino entre las ramas sea lo más adecuado.

Tienes que estudiar, pero ni siquiera te apetece intentarlo. Sabes que podrás conseguir todo lo que te propongas pero hoy, no es un buen día para empezar a proponertelo. Has escuchado miles de historias sobre personas que ahora trabajan por un sueldo mínimo por no haber estudiado lo que tú. Pero ya estás cansada de que en esta sociedad el rico lo tenga todo, y el pobre no se merezca ni un trozo de pan. Estás cansada de que siempre tengan límites los suelos que pretendes conseguir, y estas cansada de que todos los límites estén fuera de tu alcance. Solo hay una vida, y la gente no puede aprobecharla al máximo por culpa del dinero, o de que hay cosas que se lo han impedido. Ya basta. ¿Tan difícil es entender que se puede conseguir una sociedad sin prejuicios ni mínimos?

:P

He escondido tres relojes envueltos en plástico. No un plástico cualquiera, sino en ese plástico que tanto te gusta, en ese que dejas sin volitas de aire por explotar. En cada  reloj hay una hora exacta: en el primero, están la hora y, de fondo, la imagen de la primera vez que nos conocimos en el segundo, están la hora y la imagen de la primera vez que nos besamos; en el tercero, están la hora y la imagen de la última vez que nos vimos. Elige una de ellas  y te daré la oportunidad de revivir ese momento, pero si eliges la tercera, no esperes que aparezca. Prefiero no recordar ese momento, tenerlo lejos de mi mente. Así es como si nada hubiera pasado, o algo parecido intento imaginarme.
Hoy he dibujado tu nombre en la nieve, pero se ha borrado de repente. Nada puede salir mal ahora que no estás, o eso me dice el camino que escogí al marcharte.
Después de elegir el reloj, mira detrás, hay un espejo. Tú decides lo que quieres ver en el. Pero espero que la realidad que veas sea una realidad en la que no sufra nadie. Una realidad en un país lejano en el que solo existamos tú y yo.

Things get better. Stay Strong.

Y si alguna vez has estado pensando en huir, dejarlo todo y marcharte lejos donde ni siquiera el aire pueda alcanzarte. Y si alguna vez has deseado abrirle las puertas al pasado y dejar el destino a un lado, ocultando tu verdadero yo en un frío y oscuro callejón sin salida. Y si alguna vez has dejado todo, y te has dedicado simplemente a escuchar el sonido de las olas. Y si alguna vez has hecho alguna de esas cosas, recuerda que no estás solo. Miles de personas han escondido la cabeza y han luchado menos de lo que hiciste tú. Muchas de esas personas ya no están aquí, y desde ese lugar lejano te están susurrando que sigas a delante, porque ellos una vez no fueron capaces de hacerlo. ¿El suicidio? La elección más cobarde, demasiado fácil. Quizá lo que necesites ahora mismo sea perderte. Vete. Lejos. Coge el primer tren a un lugar no demasiado lejano, pero desconocido. A ser posible con mar. Baja en la última parada y que te dé la hora de irte a casa. Que los minutos y las horas se cuenten en forma de canciones. Que hoy ninguna ráfaga de viento te quite el tiempo. Es tu momento.
Cuando vuelvas a casa, no pienses, ya has hecho bastante. Túmbate en la cama y descansa. Escucha más música si hace falta. Y que nadie haga que te arrepientas de algo que un día no muy lejano, te hizo sonreír.

Cage.

Y es cuando te sientes atrapada, como si estuvieses en una jaula cuando empiezas a pensar en todo lo que estás  dejando atrás. La libertad que tenias ya empezó a desvanecerse hace tiempo y lo sabes. Ahora te lo dan todo hecho, solamente tienes que quedarte quieta en tu sitio y de vez en cuando hacer o decir algo para que vean que sigues viva. A lo mejor tu cuerpo lo está, y tú no. Haz como si lo estuvieras, tranquila, así al menos no se preocuparán.

La nieve hoy te ha cegado. ¿Has visto cuantos copos? Alucinante. No te lo esperabas, para nada. Después de la última nevada creías que no pasaría más en todo el invierno. Pero ahí está, cubriendo todo de blanco para ti. Te pasarías horas mirando desde tu jaula aquellos pequeños copos que van cayendo a una velocidad moderada. Sabes que dentro de poco parará, pero no te importa, al menos te quedará esa imagen en la cabeza. Escuchas, por muy bajo que sea el sonido de la nieve al chocar contra el hierro. Es perfecto. Ni el cantar de el más precioso canario lo superaría. Te encantaría volar y salir, para así poder sentir la nieve entre tus alas como si fueran mantas suaves que cubren tu calor y lo convierten en un agradable frío.
Alguien entra en casa, ves que se mete a la ducha y dibuja una jaula en la mampara empañada. Al parecer, no eres la única que se siente atrapada. Viene a donde ti: ''Como me gustaría ser tú''. Coge la jaula y te suelta. Pero no te vas, vuelves a entrar en casa. Quizá aquí no se esté tan mal después de todo... Fuera hace demasiado frío para salir, y es demasiado mundo para recorrer.