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El sol se quedó ciego hace un tiempo, mientras les contaba pequeñas historias de su infancia a las estrellas que faltaban por crecer. ¿Que por qué se quedó ciego? Porque un día se cansó de ver siempre la misma luz, se cansó de verlo todo tan luminoso, aunque fuera siempre aparentando. Porque si miraba al fondo, siempre estaba todo tan oscuro, que le asustaba pensar que un día de estos caería al vacío.
Me contaron las estrellas, que el sol también se cansó de contarles historias, porque decía que en todas y en cada una de ellas, aparecía el mismo espectro. Él nunca había conseguido el llamado "amor" de los humanos, nunca supo apreciar verdaderamente lo que le hacía feliz. E hicieron que me diera cuenta, de que a mi me está pasando lo mismo. Porque un día cualquiera, de repente te levantas, y como si tuvieras alzehimer, te preguntas quién eres. Porque un día de esos, miras por la ventana, y no sabes dónde estás. Y que cuando las amapolas florecen, te das cuenta de que tu historia puede que sea más bonita que ellas. Pero todo esto, no se puede comparar con la sensación de ir por la calle con ganas de explotar, de explotar literalmente. Que no se pueden comparar con el vacío de escuchas tu canción favorita, y no sentir nada. Que cuando mires al cielo y veas una estrella fugaz, no cierres los ojos para pedir un deseo. Que necesites un abrazo, pero nadie se dé cuenta de ello.
Sí, la verdad es que siempre lo escondo todo. Últimamente, he estado a punto de estallar un par de veces, pero siempre me niego, y no sé por qué. Lo que sí sé, es que siempre estará ahí, al menos el recuerdo, porque es lo único que me hace fuerte. Que vuelva es la única solución a todo, y que por seacaso, me he acostumbrado ya, hace unos meses, a dejar la ventana de mi cuarto abierta cuando duermo, por si algún día se le ocurre volver.

Que segun tu los dias pasan y pasa y a medida que se van, estas mas lejos de todo. Yo lo unico que siento es que a medida que pasan, estoy mas lejos tuyo. Que cuando pasas al lado mio, me quedo con tu sonrisa, y me haces presa en una mirada infinita, que dura segundos. Que encuanto te veo, escucho como tiembla el viento, como suenan las mareas. Y te echo de menos antes de haberte ido. Y te veo nada mas cerrar los ojos. Y te escucho nada mas quitarme los cascos.
Y en un silencio sordo bajo las sombras, intento ver tu reflejo, pero nunca estas. Y siempre se queda todo igual de vacio, igual de oscuro. Igual de asqueroso sin ti.

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Se quedaba encerrada en casa, escuchando voces bajo las paredes. Escuchaba como hablaban los vecinos, y no se dormia si no discutian. Se iba todas las mañanas a desayunar a una cafeteria cualquiera, para leer y no tener relacion con una mosca. Se quedaba quieta en el sofa escuchando como respiraba el televisor, y trabajaba de limpiadora por no mantener una conversacion.
Pero cuando salio el sol, un dia de esos se dio cuenta de que el pasado ya no existe. Que si, que no era la misma, pero todo aquello por lo que lucho ya no estaba. Se levanto, y al empezar a hacer el dia de siempre, no metio el libro en el bolso; se quedo hablando con la camarera. Cuando fue al trabajo no se puso la musica; hablo con la compañera. Y al ir a casa, paso por la perrera.
Y que esa misma noche, mirando por la ventana, se acordo de todo el tiempo que habia perdido en una misma monotonia. Se pregunto el porque, pero se acordo de que las preguntas sin respuesta nunca llevan a ninguna parte. Y escucho un ruido, y en las sombras aparecio el, sonriendo. Puso la musica, y ella, mientras bailaba con un cuerpo intocable, se sintio protegida. Por primera vez en cinco años, sintio que era ella misma. Y con la mirada de unos ojos azules desvaneciendose bajo su techo, escucho un "nunca lo olvides" que la hizo parar, temblar y caer. Cuando desperto, el ya no estaba.
Desde entonces, todas las noches pone la misma musica, mira las mismas estrellas, pero ultimamente, ya tiene a otra persona a su lado. Porque ella no tuvo miedo a perder.

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Ta iraileko gau epeletan esnatzen naiz zure bila. Ta iraileko gau epel horietan zure besarkadetan murgiltzen naiz, eta ohiu egiten dut, zure esku leunak lepoa erretzen didatenean. Eta abenduko gau hotzetan ere esnatu izan naiz gaueko une xamurretan, zure zai leihotik begira, inuxente hutsa bezela, zure muxuekin amestuz. Ta gero udara nazkagarria agertzen da, zu jada ezaudela gogoratuz, ia enauzula oroitzen gogoratuz. Eta haize epela dator berriz leihotik, gela guztian zure usaia utziz, berriz ere arima itotzen, urratzen, bakardadea akatzen zure oroitzapenez. Eta kaxa hutsa ikustet, gure iraganez beteta, baina etorkizunez hutsik.
Eta abuztuko gau beroetan gogoratzet zure doinua, zure beso leunak, zure begi berdeak, zure indarra, poza, babesa. Baina ez zaude jada, eta horrek akatu egiten nau.
Orain itsasoari begira ematet gaua, izar iheskorrak zeruan ditudala, haizearekin batera. Ez dakizulako zein zaila den zutaz oroitzea. Betiko izango zara ipar izarra, etxerako bidea erakusten didana. Istorio guztiek dute ezuzteko gertakizun bat, paradisurantz bidaia, eta azkeneko momentua. Baina gaurko erlojuak gogoratzeit zure azkeneko momentu horretan zure begiek esan zidaten "maite zaitut" hori. Horrek balio izan dit betiko, zure bihotzeko taupada ez emanak sentitzeko indarra, zu nire ametsetan irauteko indarra, itxaropena.