lunes, 30 de abril de 2012

Al final, todo se reduce a mucho más que un momento, que un instante. Todo se reduce a mucho más que a una historia, a mucho más que a un solo suspiro. Se reduce mucho, mucho más. Es como si dijésemos que al final todo se reduce a menos que una molécula de nuestro cuerpo, a menos que todo eso. Al final, todo se reduce a la felicidad que todo el mundo intenta lograr, y que nunca encuentra. Todo se reduce a los sentimientos que uno cree tener, y que no tiene. Todo se reduce a un solo pensamiento en el que en algún lugar de tu mente sabes que tendrás guardado.
Las personas en realidad, por mucho que lo intentemos no somos más que un con junto de errores del pasado que nos han llevado a ser como somos. No tienen porque ser errores nuestros, simplemente errores. Somos varias partes, porque cada persona tiene cierto poder hacia otra, la puede hacer sufrir con alguna decisión equivocada, o quizá no tan equivocada.  Al final, todo se reduce a que somos un conjunto de decisiones de que otras personas van a tomar. Somos lo que los demás han hecho de nosotros.
Intenta llevar el timón del barco a tu manera, dentro de lo que cabe.

jueves, 19 de abril de 2012

Sientes que te falta algo, pero no sabes el qué. Sientes que en la oscuridad de la noche ni siquiera podrás encontrar un hueco en tu habitación para poder llorar tranquila. Estás en uno de esos momentos, en los que dudas del valor que tiene la existencia, en los que dudas sobre todo y todos los que te rodean. En uno de esos momentos en los que dudas del destino, del tiempo, y de lo que puede venir después... Estás en uno de esos momentos, en los que dudas de ti misma, de lo que fuiste, de lo que eres, de lo que puedes llegar a ser.

jueves, 12 de abril de 2012

El otro día, vi en la tele, en un show de esos graciosos un apartado, el cual consistía en que cada famoso decía una frase que le había marcado para toda la vida. Una de ellas era: ''El corcho flota''. Es difícil de entender, yo tarde bastante en pillarlo. Resulta que el corcho, somos nosotros; a veces no nos dejan enseñar nuestro propio ''yo'', pero al final acaba saliendo a flote y créeme, será el mejor momento de todos. ¿Cuál te ha marcado a ti? A mi, ''sé fuerte''. ¿Sabes por qué? Porque me lo repito cada vez que pasa algo malo. Siempre se puede más.
He estado pensando y vale, no está bien encerrarte en ninguna persona, ni para ti ni para mi, ni para nadie. Pero, ¿sabes? El otro día le aconsejé a un amigo que me dijo que no podía olvidar a la chica que quería. Le aconseje diciéndole esto: ''Mira, te voy a decir mi opinión: sé que tenemos solo 16 años, y todo el mundo seguramente te esté diciendo que la olvides, que no leas sus estados en las redes sociales, que no veas sus fotos, que no entres en su perfil, que no te acuestes todas las noches y pienses en ella hasta dormirte... pero, ¿sabes? Yo no opino eso. Mira, yo te digo que pienses en ella durante todo el día, que mires sus fotos, que leas sus estados, que te duermas pensando en sus grandes ojos... Que no la olvides. Tienes este verano para luchar por ella, este y seguramente 80 veranos más. ¿Por qué rendirte ahora? ¿Vas a bajar los ánimos por lo que te digan? Lucha. Si ella es lo que quieres, si ella es lo que una vez te hizo feliz y quieres que lo haga de nuevo, lucha. No pierdes nada por intentarlo.'' Y la verdad, me sirvió a mi también. Fue un consejo que me sirvió a mi también.
Con todo esto quiero decir que, a lo mejor lo que diga la gente, lo que te dicen que es conveniente no lo sea. Tú solo sabes lo que te hace feliz. Tú  solo sabes lo que te puede hacer sentir bien, no los demás. TÚ. Es tu vida, ¿no? ¡Qué más dará lo que digan?
No sé lo que piensas, no sé ni siquiera lo que yo pienso... Pero nunca pares de sonreír. Por lo que más quieras, nunca lo hagas. No vale la pena, porque una cosa más triste que tu sonrisa triste, es la tristeza de no poder sonreír.

martes, 10 de abril de 2012

No sé cómo me siento: triste, contenta... No sé si sigo siendo fuerte, si no sigo siéndolo, si la luz de ese sol ya se ha apagado, si no lo ha hecho.. la verdad, es que no sé nada, y estoy asustada.Asustada porque no sé qué va a pasar de aquí en adelante. Tengo mido, y mucho. Miedo de que se me cierren todas las puertas, de no volver a saber de ti. Miedo de que no vuelvas a hablarme, de que ni siquiera te importe. Miedo de que se te olvide todo lo que hemos pasado, miedo de ver que no me vas a volver a mirar como antes. Miedo, simplemente miedo.
Quiero mirar al cielo, ver las estrellas y pensar que sí, que tú también estás viendo a Orión, y que sí, que también te estás acordando de mi. Quiero prometerte el mundo entero, ¡y dártelo! Porque sé que podría hacerlo. Quiero que en, al menos un tiempo, lo pienses bien, te acuerdes de todo lo que hemos pasado y que vuelvas a la página anterior, que por favor, vuelvas.
No hago más que recordar nuestro primer beso, justo ese instante en el que me quedé mirándote y dije; ''este es mi momento''. Justo ese instante en el que vi tus ojos azules mirándome, de esa manera que tanto me gustaba; admiración, amor, amistad... Justo ese instante en el que cerré los ojos y me lancé a tus labios, justo ese instante en el que me respondiste con otro beso, y otro, y otro... Luego, como siempre inesperado... No quisiste nada más que besos y caricias... y me abrazaste fuerte, con el fin de que no escapara de entre tus brazos. Todavía lo recuerdo, recuerdo el olor de tu pelo, el calor de ese abrazo, la fuerza de tus brazos... No he dejado de recordarlo ni un solo día, Yo, aún no me he desecho de ese abrazo.
Sé que tú ya has pasado página, y lo respeto. Al menos, intento hacerlo. Pero solo quiero decirte que, mientras las lágrimas se van acumulando en mis ojos, mientras que los recuerdos me vienen de repente todos a la vez... tengo una pequeña chispa de esperanza. De esas que se enciendes y por mucho que soples no se apagan. Y todo porque te echo de menos, y porque ya no se vivir si no es recordando tus ojos cada mañana al despertar.
Intento no hacerlo, pero espero ese mensaje que diga ''te quiero'', aunque solo sea válido en sueños.

domingo, 8 de abril de 2012

He escuchado las campanas del silencio al volver a sentir tus labios, tu sonrisa, tus abrazos, tus ojos clavados en los míos. He intentado.. sobrevivir a ese pasado junto a ti, el cual me sigue atormentando bajo las sábanas. No he conseguido superarlo, por mucho que a los demás les diga lo contrario. Me vienen tantas cosas a la cabeza de repente cuando pienso en todos eso momentos... Sé que tú no lo haces, y también sé que soy la única que está sufriendo en todo esto. Pero no puedo evitarlo, te hecho de menos.
Y vuelvo a sentir esos abrazos, esas miradas... Vuelvo a sentir todo eso y aunque sea solo en sueños, vuelvo a sentirme protegida entre tus brazos. Sí, esos que una vez escucharon cómo te susurre al oído: abrázame fuerte, tan fuerte que duela.
Pero estoy convencida de que algún día, los dos conoceremos el amor verdadero. Ese que tiene un sabor agridulce: ya hemos conocido lo amargo, por eso aprecio tanto todo lo dulce que me diste.

martes, 3 de abril de 2012

No pienso ser tu princesa, ni salvarte del charco de las ranas. No pienso ser la chica perfecta, esa que recoge los restos que dejas, esa que te persigue a cada paso que das. No pienso poner mi cuarto patas arriba en busca de una explicación en un trozo de papel. No pienso ponerme celosa y malhumorada cada vez que llegues tarde a casa, y tampoco me enfadaré cada vez que llegues con olor a tabaco, a alcohol y a fiesta. No pienso hacerte el desayuno, y llevártelo a la cama todos los días. No pienso pedirte explicaciones cada vez que te vea con una chica. No pienso prometerte un para siempre si no voy a cumplirlo.
Solo voy a ser yo, la chica inocente que pasa de lo que digan los demás, sí, esa que no sabe ser una princesa. La que da pasos hacia delante junto a ti, no detrás. Esa que directamente no ordena su cuarto, pero si quiere buscar explicaciones no las busca en un trozo de papel. Esa que vale, quizá sea celosa, y también malhumorada... en realidad, bastante, pero nunca dejará que lo notes. Esa que no, no te esperaría en casa después de salir de fiesta; llegaría detrás tuyo, quizá un poco más tarde incluso. Esa que no, no espera llevarte todos los días el desayuno a la cama, pero de vez en cuando no viene mal, aunque siempre hay algo a cambio, ya que hacer un desayuno, cuesta. Esa que quizá no te pida explicaciones, pero por dentro querría matar a la que esté en ese momento contigo.
Esa que no, quizá no quiere que tú seas su príncipe y ella tu princesa, pero seguramente si que quiere estar contigo. Es que, ¿sabes? Un príncipe y una princesa no se tiran pedos en la mesa, y soy esa chica a la que esas ñoñerías, pues no le van. Pero también soy esa chica que, a la hora de la verdad, quizá te sorprenda, y quizá acabes pensando que no, que no soy una princesa con un vestido rosa; soy más de ir de azul.
P.D: Que igual no lo he dicho, pero puede que sea esa chica que aún no quiere olvidarte.