sábado, 31 de diciembre de 2011

A.

He abierto una puerta y detrás está el llamado ''Paraíso''. He abierto una segunda y detrás está el llamado ''Infierno''. Todos sabemos que una persona razonablemente lista o con dos dedos de frente elegiría la primera puerta, eso está claro, pero yo tengo un dilema: detrás de la primera puerta están mis abuelos y con ellos todas las personas cercanas a mi, las cuales eligieron la primera puerta como escondrijo; detrás de la segunda estás tú. Has mentido, has humillado y por eso estás ahí. Has elegido un camino diferente al mio y cada vez te veo más y más lejos pero algo me dice que traspase esa puerta, que aunque ya  no pueda creer en ti hay una parte que te dice que estás arrepentido
Dime qué hacer, por favor. Sé que es difícil tanto para mi como para ti pero dime qué puedo hacer. Pasaré contigo toda la eternidad en un lugar espantoso si me lo pides. Iré a donde sea si de verdad me lo pides. Todas las lágrimas regaladas por tu ausencia no serían en vano si lo hiciera.
Y a está decidido, me iré contigo. Quiero arder en el infierno junto a ti.

viernes, 30 de diciembre de 2011

No necesito nada que venga empaquetado. No necesito regalos debajo del árbol de navidad. Tampoco necesito historias que me digan que hoy tampoco he podido estar contigo, que aún no me has respondido. No quiero falsas esperanzas y después, sin darme tiempo a montar mi colchón caer y hacerme daño. No quiero que las lágrimas me vengan a los ojos nada más empezar la mañana y dormir con la misma sensación en mente.
No necesito que nadie se apiade y me diga que no llore, que todo saldrá bien... básicamente porque sé que no es verdad, ya que nada sale bien si tú no te quieres olvidar.
Solo necesito que vengas y que este año, estés conmigo, aunque no soy muy partidaria del ''año nuevo, vida nueva''. Pero eso ya es otra historia.
Abres la puerta de tu cuarto y empieza el desalojo. Desalojas tu mente y no hay más que sentimientos indecisos de momentos inesperados que dejaron tu vida a trozos. Es una larga espera, lo sé. Esperas que todo pase y que lleguen nuevas esperanzas al mundo azul que se volvió gris. Es como poner los datos adjuntos a un e-mail; solo quieres clicar, guardar todos los recuerdos y enviar. ¿De qué sirve haber pasado por todo aquello si después solo toca sufrir? ¿Para madurar y ''aprender de los errores''? Pues yo he elegido no aprender. La gente se vuelve aburrida cuando madura y  yo no quiero eso. Todavía me queda mucha diversión que gastar, y de todas formas, cuando eso pase me quedarán botes llenos y llenos de diversión para rellenar el hueco.

martes, 27 de diciembre de 2011

No será este nuestro adiós.

Primero están los sueños; los rechazas, los vives después, luego los vuelves a rechazar por miedo a que no se cumplan... Más tarde sigues soñando y haciéndolos interminables porque, aunque sabes que no van a pasar quizá al menos ser feliz durante unos instantes esté bien, no del todo pero puede que lo esté.
Cuando empiezas a vivir los sueños, es como si estuvieses en esa nube tan lejos de la tierra. ¿Lo has sentido alguna vez verdad? Se puede sentir con una mirada o con un simple roce. Pero cuando de verdad pasa y piensas ese ''está pasando, está pasando'' una y otra vez, tantas veces que ya ni hace falta decir las palabras porque no te lo crees, no puedes convencerte a ti mismo de ello.
Cuando los estás viviendo, te convences a ti mismo de que nada puede traspasar esa coraza que te has hecho, sí, esa en la que estás metido y en la que has echado aceite para que todo se resbale. Nada puede traspasarla, y tú de verdad lo piensas y crees que será así para siempre.
Por último, ves que todo se apaga. Intentas con todas tus fuerzas que no pase, te aferras a ello como nunca lo habías hecho y tiras de él para que no se escape de tus manos. Pero no puedes.
De repente todo acaba. Estás sola en esa coraza y notas el silencio, el frío y el espacio vacío que hay en esta. Mas no te perdonas porque ves que la que ha perdido eres tú. No hay luz, no hay música que valga que te haga sentir bien. Los espejos reflejan una sonrisa borrosa y falsa, la cual por dentro es un tanto apagada y gris. Mas no abandonas la coraza, sabes que a lo mejor tiene algunas grietas, que está un poco descolorida y un tanto sola pero no lo haces, es demasiado, ha sido demasiado. Crees que puede que nunca vuelvas a tener nada igual e intentas convencerte de que puede que tenga arreglo.
''Lo lograré. Lo imposible solo cuesta un poco más.'' No hay otro pensamiento en tu pequeña cabeza. Escucha esto: que no lo haya. No dejes que nadie se interponga ni que nadie te diga lo que tienes que ser, lo que tienes que hacer. Piensa bien lo que quieres, lo que siempre has querido. Aunque haya escapado puede que vuelva.
No le digas que le quieres, no le digas que le echas de menos. Ya se nota demasiado. Y recuerda que no has perdido, no has abandonado, ¿no?
Te sientes como una mierda, lo sé, yo me siento igual. Pero esa pequeña luz se va a ir acercando y te sacará de ese agujero negro, verás. Recuperaremos nuestra vida, o al menos eso espero.
Te voy a dar un último consejo: confía en todo el mundo pero a la vez, no confíes en nadie. Ni tú misma eres capaz de dejar de traicionarte.

Lo siento.

No he cumplido las promesas que te hice: no he dejado de fumar, lo hice, sí, pero me demostraste que no podía confiar en ti y volví a hacerlo en forma de venganza... y aunque tú no lo sientas y sé que me hago daño a mi misma lo hice; no he dejado de pensar en quererte ni un solo instante, sé que no debería ser así, pero llámame masoquista si quieres; no he dejado de mirar nuestra foto, ni las nuestras ni las tuyas solo, no puedo, por mucho que me duela cuando veo tus ojos perfectos y tu sonrisa no puedo. Pero tú no te quedas lejos, tú tampoco has cumplido todo lo que me prometiste: has dejado que influyesen en ti, por más que te dije has dejado que lo hicieran; has dejado que la distancia nos separe; has mentido, decías que era importante para ti que nunca mentirías, pero lo has hecho...

¿Pero, sabes qué? Yo siempre seré aquella tonta que después de todo te perdone.

Tiempo.

Me muevo por rincones impensables y por escondrijos interminables.
Termino los problemas pero renacen de las cenizas los sentimientos escondidos por el pasado.
Te quedan cinco minutos de reloj para rescatar los momentos encontrados en tierras desconocidas y seis horas de calendario para esperar a que aparezcan las canciones perdidas.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Borroso.

He pensado que quizá ya no es solo que te quiera, que te eche de menos, que intente cruzarme contigo pero a la vez ni siquiera quiera saber nada de ti. Que ya no es solo que te odie por haberme hecho daño, pero que a la vez te ame por lo que eres y no por lo que intentan que seas. Que ya no es solo que recuerde tus miradas nada más salir de la realidad, que no es solo que al tumbarme en la cama pronuncie tu nombre y después un suave ''te quiero'' humedecido por lágrimas transparentes que reflejan la realidad en la que vivo y la cual no admito. Quizá ya no es solo que intente olvidarme de tu sonrisa, de como me mirabas, de como sin decirlo me decías que tenías ganas de estar conmigo a solas. Ahora se suma también que me acuerdo y que revivo todos los días que hemos pasado juntos en cada milésima de segundo, que me acuerdo de como te acercaste hacia mi en la oscuridad de aquella habitación, dijiste ''por fin'' y me besaste, suave y cálidamente. Se le suma también que ya no duermo tranquila, apareces en todos y cada uno de mis sueños, haciendo que al levantarme desee nunca haber despertado. Se le suma que todos los días la vela se apaga un poco más, y que me tengo que hacer mis propias historias en un desesperado intento por vivir nuevas experiencias contigo.
Ya no es tan fácil superarlo cuando lo ves desde dentro. Pienso que ya nada cambiara, o intento hacerme a la idea. Intento construir un gran colchón con muchas plumas dentro para que así la caída sea más llevadera y salga con simples rasguños que se curen al poco tiempo de salir. Pero no funciona, contigo nunca funcionó. Siempre te has salido de mis límites, nunca he podido cambiar el rumbo de la historia porque siempre hacías algo que yo no pensaba que ocurriría. El final nunca era el mismo, al final siempre ganaba el destino porque nuestras cartas nunca eran las mismas y ya sabes que eso me inquieta demasiado. No creo en el destino y tampoco quiero creer en el; tener el camino escrito no me gusta y decidí abrir un libro de páginas vacías y escribirlo por mi cuenta según las decisiones que tomaba o que dejaba de tomar. Pero no puedo, contigo sé que no puedo.
Sé que ya no te importa lo que escriba, lo que piense o lo que diga pero a mi me sigues importando de la misma manera de la que lo hiciste la primera vez que me miraste a los ojos, la primera vez que me abrazaste y la primera vez que me besaste, siempre me has importado de la misma manera y eso no va a cambiar.
Sé también que es ridículo que escriba esto, tengo 16 años y sé que tengo mucho camino por delante, que no sé lo que pasará pero como he dicho, el libro lo estoy escribiendo yo. Pero en estos últimos tres años la letra ha sido un poco más borrosa de lo normal.

domingo, 25 de diciembre de 2011

#G.P 2-1

Dicen que los amores de verano son pasajeros, pero a veces lo que empieza como una aventura puede llevar a algo más serio. Un simple viaje a la playa puede ser todo lo que hace falta para despejar  la cabeza,, abrir el corazón y  escribir un nuevo final para una vieja historia. Aquellos que se queman con el calor solo quieren olvidar y volver a empezar. mientras que otros quieren que cada instante dure eternamente. Pero estamos de acuerdo en una cosa, el bronceado desaparece, los fuegos artificiales se apagan y todos acabamos hartos de la arena en los zapatos. Pero el final del verano es el inicio de una nueva temporada. Así que nos sorprendemos a nosotros mimos mirando al futuro.
Esto no ha hecho más que empezar.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Hola Corazón.

Siento haber tardado tanto en escribirte, pero es que he estado bastante ocupada. Es como si el tiempo hubiera pasado y yo no me hubiera dado cuenta, como si las horas y los minutos no hiciesen días, ya que estos cuentan la mitad de lo que son.
He estado pensando, aunque la verdad no me ha servido de mucho. Todo da vueltas siempre a lo que tú me decías, a lo que tú me enseñabas. No he conseguido cambiar de opinión a cerca de las cosas, aunque si que he conseguido verlas desde otras perspectivas. He conseguido ver las demás opciones que tengo, las demás maneras de ser feliz. Mi cabeza dice que lo haga, que pruebe, que la vida es larga y todavía me queda mucho camino por recorrer, pero no puedo. Lo intento, te prometo que lo intento, pero te echo de menos. Desde el día en el que te llevaron ya no he sabido apenas de ti. ¿Dónde estás? ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué no respondes a mis llamadas? Sé que a esta carta tampoco vas a responder, pero espero que te estén cuidando bien, ya que yo no sé como seguir. Dime de quién es su Corazón, solo quiero saber eso. Y luego por favor, vuelve, que la cabeza y la razón no entienden de sentimientos, solo saben confundirme.
El otro día me fije en un sitio en el que solíamos ir tú y yo, a pensar, a aclarar nuestras ideas. ¿Te acuerdas? Solías decirme que lo intentase, que pasase lo que pasase no mirase a lo que dejaba atrás, que no mirase a los pasado que eso ya no sirve de nada. Que los sentimientos cambian, y que aunque pueden volver a surgir, que tú entiendes mucho de eso.
¿Sabes? Ayer volví a sentir, como si estuvieras aquí. ¡Va enserio! Volví a llorar. Pero esa chispa de esperanza que tú me solías dar no estaba. Solo notaba tu ausencia en un espacio infinito de opciones indecisas, de caminos abiertos y cerrados.
Siempre me decías que una pelea, mientras no se abandonase no estaba perdida. Te voy a hacer caso, no voy a abandonar. Pero para eso, por mucho que te ruegue que vuelvas tienes que quedarte ahí, justo donde estas. No quiero rescatarte Corazón, porque aunque llevemos toda la vida juntos quiero que te quedes donde estás, ahí, quieto. No te muevas ¿vale? Eres suyo, y aunque él no se de cuenta, estás dentro. Por mucho que intente echarte, no lo hagas. Por favor, sabré arreglármelas. Y sé que antes te he dicho que vuelvas porque no sé que voy a hacer sin tus consejos y sin tus sentimientos pero, no lo hagas, conseguiré arreglármelas para volver hasta ti. Conseguiremos estar otra vez juntos. Que como me dijiste tú una vez, lo imposible solo cuesta un poco más.
Bueno, y ya que no estás aquí no creo que me pueda volver a enamorar, o al menos no de la misma manera, ¿sabes? Así no tendré que sufrir tanto.
Y dicho esto, recuerda que te escribe una persona perdida en el camino del intento.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Dos estrellas.

Hay una estrella que dice que las palabras no sirven para nada, que se suelen quedar en nada porque no tienen significado. Que aunque se digan, el ser humano tiene maneras mejores de expresar lo que siente.
Hay otra, la cual está justo al lado de esta, que me dijo que si que significan, que son la mejor manera de expresar lo que se siente.
Yo, sinceramente, me creo más la teoría de la primera.Las personas expresan lo que sienten con las palabras, pero eso no quiere decir que sean verdad. Para saber si esas palabras cuyos significados te lo dicen todo son verdad, tienes que mirar más allá de lo que ves, tienen que demostrarte los que significan, con hechos y reacciones, con miradas y con gestos, con detalles y con detallazos; si no es así, esas palabras no valen nada. Y tú lo verás, lo sentirás y sabrás que tengo razón.
Estas dos estrellas se reflejan en el mar, justo en medio del Océano Atlántico. Una ballena acaba de pasar por debajo del reflejo y acaba de contestar a estas dos estrellas, pero eso ya es otra historia.

jueves, 15 de diciembre de 2011

.

Hoy, he estado mirando el mar. La marea estaba alta, ¿sabes? Perfecta, como siempre. Las olas hoy iban bastante rápido, y han hecho una islita en medio de la playa, de modo que así, a su alrededor se juntaban dos olas cada vez que se acercaban. ¿Nunca te has sentido así? Atrapado, como si tuvieras agua rodeándote, y como si no hubiese nada a lo que agarrarte para salir.
Y espero que los momentos, al fin y al cabo se los lleve el mar.

:P

Juegas a esconderte cuando el silencio te atrapa entre las sombras. Intentas que te encuentre en un sitio tan lejano como el fin del mundo. Esperas a que venga, te diga ''¡te pille!'' y tengas que correr para salvarte. Pero las sombras hoy no están para juegos.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Nunca te rindas.

Nunca, jamás pierdas la esperanza. Siempre hay suficientes remedios para seguir a delante y para conseguir lo que necesitas. lo que deseas.
Nunca, jamás te rindas. Piensa que si Johannes Kepler, Gallileo, Isaac Newton o Tycho Brahe lo hubieran hecho, nunca habríamos descubierto el universo. Ellos tardaron toda una vida en conseguir una hazaña que ahora, se estudia a los pocos años de nacer. Entonces, si no cesaron, si no se rindieron aún pensando y sabiendo que podría salir mal, ¿por qué lo ibas a hacer tu? Piénsalo bien, no el la mejor opción salir corriendo y dejar los deseos a un lado. No es ni la mejor, ni la más valiente.

lunes, 5 de diciembre de 2011

No sé lo que quiero, pero sé lo que no quiero, y no quiero esto.

Sé que solo te acuerdas de mi en momentos determinados; al ver Bob Sponja, al escuchar mi grupo favorito, al ver mis mensajes, al mencionar el sitio en el que nos conocimos... También sé que seguramente no tenga oportunidad de que vuelvas, que seguramente no tenga oportunidad de volver a sentir tus labios y que no tenga oportunidad de volver a sentir tus caricias y tus manos rodeando mi cintura. También sé con certeza que me has querido mucho, pero que eso no ha sido suficiente para superar los obstáculos que hemos tenido. Pero solo quiero que sepas que yo si que te sigo queriendo, que todavía me acuerdo de ti ese último día de todos los meses, que todavía escucho nuestra canción y que siento tus brazos rodeándome. Sé que solo me queda cerrar los ojos, y revivir todo lo que he tenido contigo, volver a tenerte aunque sea en un mundo imaginario. Pero seguiré aquí, esperando. Porque una lucha no se pierde si no se abandona, lo sabías, ¿verdad?
Porque no sé lo que quiero, pero sé lo que no quiero, y no quiero esto.