sábado, 4 de febrero de 2012

Cage.

Y es cuando te sientes atrapada, como si estuvieses en una jaula cuando empiezas a pensar en todo lo que estás  dejando atrás. La libertad que tenias ya empezó a desvanecerse hace tiempo y lo sabes. Ahora te lo dan todo hecho, solamente tienes que quedarte quieta en tu sitio y de vez en cuando hacer o decir algo para que vean que sigues viva. A lo mejor tu cuerpo lo está, y tú no. Haz como si lo estuvieras, tranquila, así al menos no se preocuparán.
La nieve hoy te ha cegado. ¿Has visto cuantos copos? Alucinante. No te lo esperabas, para nada. Después de la última nevada creías que no pasaría más en todo el invierno. Pero ahí está, cubriendo todo de blanco para ti. Te pasarías horas mirando desde tu jaula aquellos pequeños copos que van cayendo a una velocidad moderada. Sabes que dentro de poco parará, pero no te importa, al menos te quedará esa imagen en la cabeza. Escuchas, por muy bajo que sea el sonido de la nieve al chocar contra el hierro. Es perfecto. Ni el cantar de el más precioso canario lo superaría. Te encantaría volar y salir, para así poder sentir la nieve entre tus alas como si fueran mantas suaves que cubren tu calor y lo convierten en un agradable frío.
Alguien entra en casa, ves que se mete a la ducha y dibuja una jaula en la mampara empañada. Al parecer, no eres la única que se siente atrapada. Viene a donde ti: ''Como me gustaría ser tú''. Coge la jaula y te suelta. Pero no te vas, vuelves a entrar en casa. Quizá aquí no se esté tan mal después de todo... Fuera hace demasiado frío para salir, y es demasiado mundo para recorrer.

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