martes, 25 de septiembre de 2012

Chapter 2012. Page 269 of 366.

Cerrar la ventana, y creer que el tiempo que he pasado viendo las estrellas ha sido en balde por primera vez.   Esa sensación de que básicamente todo lo que te importa se reduce a un solo motivo, a una sola palabra. Puede que te preocupes por las guerras, por las olas de calor y el calentamiento global. Que te preocupes, quizá demasiado por cuidar lo que no es tuyo, de que las lágrimas no caigan de tus ojos, y de que una  vez más, intentar que los demás crean que nada ha pasado. Que cuando lloras, ni siquiera te molestas en avisar de que lo estas haciendo. Que cuando estás mal de verdad, ni siquiera se te pasa por la cabeza decirle a nadie lo que te pasa. Que sí, que yo también sé lo que se siente al perder a alguien, duele, y duele mucho, y más si no sabes si va a ser para siempre. A veces, perdemos a las personas más importantes por aferrarnos demasiado a ellas, y otras, por dejarles demasiada rienda suelta. Pero hay veces, en cambio, que desaparecen sin avisar. No se molestan ni en decir adiós, desaparecen, y punto. Supongo que a eso se le podría llamar ''muerte'', pero no me gusta usar esa palabra, es demasiado concreta. Quizá no me guste usarla porque expresa lo desconocido, y en parte, lo infinito. Quizá le tenga miedo, que puede que sea otra de las razones por las que no me gusta pensar en ello. Pero de vez en cuando, inevitablemente lo hago. Pienso en las cosas que me perdería si falleciera ahora mismo, pienso en las personas en las que quiero... ¿Me echarían de menos? Supongo, o al menos espero que sí. Se me ponen los pelos de punta cuando pienso en ello, y suelo imaginármelo todo negro. Más bien, porque no quiero que haya una ''reencarnación'' de esas de las que suelen hablar, yo tengo esta vida, y me gusta. Pero sí que me gustaría saber lo que hay después de todo, lo que hay al otro lado. Me gustaría saber si me reuniré con mis seres queridos allí algún día.
Me acuerdo que cuando era pequeña, nada más pensar en el tema me agobiaba. Una vez, mi madre entró en mi cuarto y me vio llorando por ello. Me acuerdo de lo que me dijo: ''No digas tonterías. No tienes que pensar en eso. Lo que tenga que pasar, pasará. No te preocupes por lo que no tenga solución si no la tiene, y si la tiene, tampoco lo hagas, total, tiene solución, ¿no?'' Creo que son las palabras más sabias que me han dicho nunca. Pero aun así, hay veces que todavía no puedo dejar de pensar en el tema. Supongo que es el mero hecho de no saber lo que pasará, de que sea tan desconocido y tan distante. El mero hecho de que solo lo podamos averiguar de una manera, y siempre con la condición de no contárselo a nadie. No sé por qué la muerte quiere ser un secreto siempre. No me gusta nada que se haga la interesante... Todos viviríamos más tranquilos si supiéramos lo que significa en realidad. Bueno, o quizá no. Quién sabe.
La verdad, perder a personas no es fácil. Y supongo que es ley de vida... Pero no me gusta, sea perderlas de cualquiera de las dos maneras... Sigo sin entender por qué tienen que cambiar las cosas siempre. Un día te levantas pensando que el mundo no podría ser mejor, y al siguiente quieres desaparecer. La razón sigue sin darme motivos para pensar que cualquier paso que dé, no será en balde.

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