viernes, 28 de septiembre de 2012

P.S: I love you.

Querida Holly:
No tengo mucho tiempo. No literalmente, sino porque has salido a comprar helados y volverás pronto. Esta es la última carta, y solo me queda una cosa por decirte: esta carta no es para que me recuerdes ni para que compres una lámpara; puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda. Es para decirte como me he sentido, como me has cambiado. Me has convertido en un hombre, queriéndome Holly, y por eso, te estoy eternamente agradecido, literalmente. Quiero que me prometas algo: que nunca estarás triste o insegura, o perderás por completo la fe; que tratarás de verte con mis ojos. Gracias por aceptar ser mi esposa, soy un hombre que no se arrepiente. Qué suerte he tenido... Tú has llenado mi vida Holly, pero yo solo soy un capítulo de la tuya. Habrá más, te lo prometo. Y ahora viene el gran consejo: no tengas miedo a volver a enamorarte. Prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.
P.D: Siempre te amaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario