viernes, 18 de noviembre de 2011

Puede.

Puede que haya metido la pata muchas veces en muy poco tiempo, puede que haya esperado demasiado un mundo perfecto. También puede que haya pintado muchas veces el mundo de negro, otras muchas de blanco, sin ningún intermedio. Puede que me haga paranoias de distancias indecisas y de monumentos intachables. A veces, puede que hable demasiado, otras puede que falte parte de mi voz. Muchos días puede que esté harta del mundo, otros muchos que quiera comérmelo. Unas veces puede que diga que no soy mucho de regalos, y luego por dentro grite que quiero de todo. Que sí, que con un trozo de papel escrito muchas veces me basta, pero otras me gustaría que hubiera un detallazo dentro. Que por mucho que diga correr me gusta, y perderme en el monte me ilusiona, aunque también me asusta. Muchas veces quiero que estés cerca, pero cuando estás a punto de estarlo casi que prefiero salir corriendo. Que aunque me guste ver la tele, es verdad no la veo mucho. Puede que muchas veces sonría al recordar nuestro primer momento, y que otras muchas llore al mencionarlo. Que sí, me encanta cantar, tocar la guitarra y hacer conciertos imaginarios en mi cuarto, también me suele gustar imaginarme que estás ahí vigilándo todo momento. Que sí, que soy una egoísta, una histérica, una vividora, también muy soñadora. Que vale, que el mundo no está a mis pies, que los escalofríos recorren mi piel cada vez que te toco y el llanto llega hasta mis ojos al recordar lo que no tiene que ver contigo.
Que no quiero cadenas ni ataduras, no quiero depender de nadie ni que nadie dependa de mi. No quiero mascotas marginales ni enfermedades incurables. No quiero unos ojos demasiado bonitos ni tampoco un cuerpo que conquiste el mundo por su belleza. No quiero hablar sin saber, ni hablar sabiendo. No quiero que el mundo acabe pronto pero tampoco que no acabe. No quiero sumergirme en problemas inventados ni en felicidades imaginarias. Solo quiero una cosa: un intermedio; ni felicidad ni tristeza, ni blanco ni negro, ni sonrisas ni llantos. Simplemente un intermedio. ¿Lo aceptarás? ¿Crees que será tan difícil de cumplir? Yo creo que no... así que coge mi mano, vamos a cruzar el mar de los recuerdos y vamos a construir un mundo nuevo. Solo tienes que imaginarlo junto a mi...

No hay comentarios:

Publicar un comentario