viernes, 18 de noviembre de 2011

Todo.

Todo es como un túnel, oscuro, en el que tu sombra me indica el camino... en el que sigo tus pasos para llegar a el final... y cuando por fin termina el túnel, y veo una salida, hay un bosque. Me encuentro sola porque, la sombra que me ha estado guiando todo este camino ya no está, me ha dejado sola. Pero voy cruzando el bosque, poco a poco, dudando de cada paso que doy, hasta que me doy cuenta de que al final llegaré hasta ti. Entonces empiezo a ir más deprisa, y voy descalza, se me forman heridas, sangro, tanto por dentro como por fuera, al ver que no te encuentro... pero sigo a delante, con la esperanza de que llegará el momento de encontrarte. Y sigo a delante, porque no quiero perderte. Y busco, y busco, pero no encuentro ninguna pista de donde podrías estar... Y de repente, veo que los árboles terminan, y me encuentro en un prado, todo verde. Miro a todos lados, y justo en la mitad de este sitio, estás tú, tan perfecto como siempre, con esa sonrisa y esos ojos verdes que iluminan mi día... me acerco a ti, siento como las heridas se van curando, siento como la esperanza los sueños, las ilusiones... siento como todo mi mundo vuelve a levantarse solo por verte siento como mi vida vuelve a tener sentido, como has vuelto a enamorarme solo con una mirada... y de repente, cuando estoy a punto de abrazarte, te desvaneces, me quedo sola en medio de la nada, nunca había sentido una soledad tan inmensa... y oigo algo... y despierto de un sueño que nunca se hará realidad...

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